Por primera vez en Colombia un río es un sujeto de derechos.
La Corte Constitucional otorga por primera vez, fuerza vinculante en el marco constitucional a un río como cuerpo vivo, prefiriendo la sentencia T-622, de 2016; ordenando la figura de sujeto de derechos al río Atrato. Dicha sentencia contiene órdenes taxativas que obligan al Estado y a la sociedad a proteger la vida del río y sus afluentes; hilos conductores de los relatos y formas de existir de los pueblos afro, indígena y mestizo. La defensa del río no sólo es una dimensión jurídica, también, adquiere sentido en la medida que las entidades estatales y la sociedad civil integran sus esfuerzos para hacer frente a las dificultades que hoy ponen en riesgo la vida y pervivencia del río, el territorio y la cultura que se forja a su alrededor.
La campaña Todas y Todos Somos Guardianes del Atrato, invita a los habitantes de esta tierra a sumarse y a acompañar a las organizaciones sociales y la comunidad en general, en un esfuerzo de armonizar la vida y la cultura de un territorio biodiverso y pluricultural. Acciones colectivas fundamentales para la pervivencia de la vida en el planeta.